Deportes
hay muchos, todos los conocemos: ciclismo, fútbol, atletismo, gimnasia y
un larguísimo etcétera, evidentemente la alimentación debe adaptarse al
deporte que practique la persona. Los deportes se agrupan, según sus
características técnicas, en pruebas:
• De fuerza
• De resistencia
• De velocidad
• Combinación de las anteriores
Cada una se caracteriza por: tiempo de duración, músculos y órganos movilizados, lugar y condiciones climatológicas en las que se realiza, etc. Todas estas circunstancias condicionan el gasto energético por lo que la dieta debe ser la adecuada para compensar las pérdidas. Se ha establecido que en los deportes de fuerza, el gasto medio de un deportista es de 4000-4500 kcal/día, mientras que para los de resistencia oscila entre 3200 y 3500 kcal/día. Son estas diferencias las que marcan requerimientos diferentes de nutrientes. Evidentemente en periodo de entrenamiento.
Dependiendo del momento deportivo en el que nos encontremos así será el gasto energético del deportista y sus necesidades alimentarias. Es la actividad deportiva la que marca el gasto energético que se debe compensar con la dieta. El deportista no realiza siempre la misma actividad y por lo tanto no tiene las mismas necesidades. Según la intensidad de la actividad se distinguen cuatro periodos o momentos deportivos:
Periodo de descanso que se corresponderá con vacaciones o temporadas fuera de competición al que corresponde una dieta base.
Periodo de entrenamiento que se corresponde con la etapa anterior al desarrollo de una prueba al que le corresponde una dieta de preparación.
Periodo de competición que se corresponde con el día de desarrollo de la prueba y al que le corresponde una dieta para la competición.
Periodo de recuperación que se corresponde con el tiempo que sigue a la realización de una prueba y al que corresponde una dieta de recuperación.
• LOS BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO.
- Obliga al cuerpo a absorber más oxigeno y a repartirlo entre los músculos y los tejidos.
- El oxígeno mejora la combustión de los alimentos, y con ello la producción de energía.
- Mayor resistencia de los tejidos que absorben el oxígeno.
- Los músculos esqueléticos tardan más en fatigarse soportan mejor los esfuerzos prolongados.
- Optimiza la capacidad pulmonar.
- Fortalece el corazón.
- Gana potencia.
- Resiste mejor la fatiga.
- Retarda la aparición de arteriosclerosis.
- Regulariza la digestión y combate el estreñimiento.
- Ayuda a conciliar el sueño.
- Estimula el riego en el cerebro.
- En el ámbito psíquico: Da confianza en sí mismo, es una fuente de equilibrio y sirve de liberación de estrés y agresividad.
- Para las personas que tienen diabetes disminuye: La glucemia durante y después del ejercicio y la necesidad de fármacos.
- Mejora: la sensibilidad a la insulina, los niveles de hemoglobina Glicosilada, las cifras de tensión arterial, la reducción de peso por la dieta, el perfil lipídico como triglicéridos, HDL, LDL Y colesterol, la función cardiovascular, la elasticidad corporal y la sensación de bienestar.
• De fuerza
• De resistencia
• De velocidad
• Combinación de las anteriores
Cada una se caracteriza por: tiempo de duración, músculos y órganos movilizados, lugar y condiciones climatológicas en las que se realiza, etc. Todas estas circunstancias condicionan el gasto energético por lo que la dieta debe ser la adecuada para compensar las pérdidas. Se ha establecido que en los deportes de fuerza, el gasto medio de un deportista es de 4000-4500 kcal/día, mientras que para los de resistencia oscila entre 3200 y 3500 kcal/día. Son estas diferencias las que marcan requerimientos diferentes de nutrientes. Evidentemente en periodo de entrenamiento.
Dependiendo del momento deportivo en el que nos encontremos así será el gasto energético del deportista y sus necesidades alimentarias. Es la actividad deportiva la que marca el gasto energético que se debe compensar con la dieta. El deportista no realiza siempre la misma actividad y por lo tanto no tiene las mismas necesidades. Según la intensidad de la actividad se distinguen cuatro periodos o momentos deportivos:
Periodo de descanso que se corresponderá con vacaciones o temporadas fuera de competición al que corresponde una dieta base.
Periodo de entrenamiento que se corresponde con la etapa anterior al desarrollo de una prueba al que le corresponde una dieta de preparación.
Periodo de competición que se corresponde con el día de desarrollo de la prueba y al que le corresponde una dieta para la competición.
Periodo de recuperación que se corresponde con el tiempo que sigue a la realización de una prueba y al que corresponde una dieta de recuperación.
• LOS BENEFICIOS DEL EJERCICIO FÍSICO.
- Obliga al cuerpo a absorber más oxigeno y a repartirlo entre los músculos y los tejidos.
- El oxígeno mejora la combustión de los alimentos, y con ello la producción de energía.
- Mayor resistencia de los tejidos que absorben el oxígeno.
- Los músculos esqueléticos tardan más en fatigarse soportan mejor los esfuerzos prolongados.
- Optimiza la capacidad pulmonar.
- Fortalece el corazón.
- Gana potencia.
- Resiste mejor la fatiga.
- Retarda la aparición de arteriosclerosis.
- Regulariza la digestión y combate el estreñimiento.
- Ayuda a conciliar el sueño.
- Estimula el riego en el cerebro.
- En el ámbito psíquico: Da confianza en sí mismo, es una fuente de equilibrio y sirve de liberación de estrés y agresividad.
- Para las personas que tienen diabetes disminuye: La glucemia durante y después del ejercicio y la necesidad de fármacos.
- Mejora: la sensibilidad a la insulina, los niveles de hemoglobina Glicosilada, las cifras de tensión arterial, la reducción de peso por la dieta, el perfil lipídico como triglicéridos, HDL, LDL Y colesterol, la función cardiovascular, la elasticidad corporal y la sensación de bienestar.